«Claro que lo que pasa es que la inmensidá no tiene su residencia tan sólo en las poesías: es que reside en la emoción de las personas... Y por eso, cuando a la persona humana no le cabe en la caja del pecho toa la emoción que siente, entonces no tiene más remedio que acudir al abrigo de los versos. Y si uno mismo no puede componerlos, va y los pide prestaos al que los sabe hacer, o a los libros en donde están escritos en letra de molde; pero si puede, los compone él mismo pa su propio servicio…”

Félix Grande
“La balada del abuelo Palancas”

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